El andaluz es una modalidad del español
o castellano, usada por un determinado número de personas, que posee algunos
rasgos de esa lengua pero no cuenta con una literatura escrita. Por tanto, no
ha llegado a alcanzar la categoría de lengua. Los andaluces, a la hora de
escribir, lo hacen usando el sistema de la lengua española.
El día que el andaluz se escriba de la
misma manera que se habla, habrá alcanzado esa categoría de lengua.
También podríamos usar el término de habla
andaluza, entendiendo por tal, el uso que los andaluces hacen del sistema de la
lengua española. Pero, al no haber un código del andaluz común para todos los
andaluces, es preferible hablar de dialecto andaluz.
Ahora veamos los principales fenómenos
que se dan en el dialecto andaluz:
En este dialecto se producen algunos
fenómenos a todos los niveles gramaticales (fonológico, morfológico, léxico y
sintáctico) que son propios de esta variante. Los más sobresalientes son:
1.
El seseo
2.
El ceceo
3. Omisión de la "s" medial y final
4. Omisión de la "d" en terminaciones
"ado", "ido"
5. El yeísmo
De una manera breve y, al mismo
tiempo asequible a todos, vamos a explicar en qué consisten estos fenómenos.
Ø El seseo –
Consiste en pronunciar la "c" como "s". Así, por ejemplo,
"sine", en lugar de cine, "sapato", en lugar de zapato,
"servesa", en lugar de cerveza, etc.
Ø El ceceo –
Es el fenómeno contrario, es decir, pronunciar la "s" como
"c". Así, "cevilla", en lugar de Sevilla,
"ceñor", en lugar de señor, etc.
En la actualidad el seseo se en algunos
lugares de Sevilla, en el sur de la provincia de Córdoba y en algunos pueblos
malagueños y jienenses, que están próximos a la provincia cordobesa.
El ceceo ocupa una zona más amplia,
pues se da en la provincia de Huelva, en Cádiz, en casi toda la provincia de
Málaga y de Sevilla y en casi toda la provincia de Granada, ya que, en la parte
oriental de esta última provincia, se distingue la "c" de la "s",
distinción que se da en el resto de Andalucía.
Se suele decir que los andaluces se
comen las "eses". Lo de comer podría interpretarse como una
hipérbole, porque, lo que es comer, no se comen nada. Lo que ocurre es que los
andaluces no pronuncian ni las "eses" en situación medial de palabra,
ni tampoco, en situación final.
Y no es por gusto, sino porque la
evolución del castellano en estas tierras, ha dado lugar a que se dé esta
circunstancia que, por supuesto, tiene su explicación
Cabría hacerse la siguiente
pregunta: ¿es que en Andalucía se habla mal? Y aún se podría hacer otra segunda
pregunta: ¿en dónde se habla el mejor castellano?
Las dos preguntas tienen sus
respectivas respuestas: A la primera cuestión, habría que responder que en
Andalucía no se habla mal, sino que, por diversos motivos, el castellano ha
evolucionado en esta región de una manera diferente a como lo ha hecho en otras
regiones.
Y a la segunda pregunta, hay que
responder diciendo que debería formularse de otra manera. Se debería preguntar
¿en dónde se pronuncia el mejor castellano?
Ocurre lo siguiente: una cosa es
pronunciar mejor o peor una lengua, atendiendo al subsistema fonológico, y otra
cosa muy distinta es hablar una lengua. Hablar bien una lengua es conocerla,
tener un amplio vocabulario, saber construir las frases con corrección y tener
una buena expresión, independientemente de cómo sea nuestra pronunciación. Por
este motivo, la respuesta a la segunda pregunta sería que no hay una zona
concreta de la que se pueda decir que, en ella, se habla el mejor castellano.
Sí se puede decir que hay zonas en las que la pronunciación es la más correcta,
entendiendo por correcta, la que se hace según la fonología del sistema de la
lengua castellana.
Por tanto, diremos que el mejor
castellano lo hablan las personas que tienen un dominio de la lengua bastante
extenso, dicho de otra manera, el mejor castellano lo hablan las personas
cultas, que conocen a fondo la fonética, fonología, semántica y sintaxis de la
lengua.
En tanto sí podemos afirmar que hay
zonas en las que la gente pronuncia un castellano correcto, porque se atienen
al sistema fonológico auténtico.
El siguiente fenómeno que se da en
el andaluz, es el de omitir la "d" en posición intervocálica y en las
terminaciones verbales "ado" e "ido", fenómeno que no es
exclusivo del andaluz, pues se da en otros dialectos.
El yeísmo, que no es exclusivo
tampoco del andaluz, consiste en no distinguir, a la hora de pronunciar, entre
"ll" y la pronunciación de la "y". A este respecto, hay que
decir, que casi toda la Península es yeísta, salvo en las zonas en donde hacen
la distinción de estos fonemas.
Concluiremos diciendo que el andaluz es
un dialecto del español o castellano, que se habla en la Comunidad Autónoma
Andaluza y que aún no ha alcanzado la categoría de Lengua.
Bueno, y eso es todo por hoy, ¿qué os ha parecido? Pronto os sorprenderemos con una nueva entrada. ¡Hasta pronto!
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